Tras la fachada del denominado "internacionalismo proletario" y la "amistad entre los pueblos", si se va a ciertos textos del origen marxista, se comprobará cuánta hipocresía, lo cual no es sorprendente. El substrato común de los totalitarismos de izquierda y derecha conduciría casi inevitablemente a su carácter racista, como el totalitarismo del fundamentalismo islámico lo es también. La "raza" (mutatis mutandis, la religión, plus el habitual antisemitismo, en el caso del islamismo) es una noción excluyente que no puede ser sino una materia apropiada para los totalitarios.
"El genocidio es una teoría propia al socialismo", escribía George Watson en "La Littérature oubliée du socialisme" (Nil Éditions, 1999).
En 1849, Friedrich Engels llamaba a la exterminación de los húngaros rebeldes contra el Imperio de los Habsburgo.
Pero Engels no se limitó a los húngaros, sino que aconsejaba la exterminación de los serbios (ah, ya entonces...) y otros pueblos eslavos, y los vascos (¡qué se enteren los de ETA!), los bretones y los escoceses (natürlich, pueblos celtas).
En un artículo publicado en 1852 en la revista Neue Rheinische Zeitung, Karl Marx se pregunta cómo librarse de esos "pueblos moribundos", los bohemios (una parte de los checos, como saben), los dálmatas (¿en lo que es hoy Rumania?, no lo sé bien), los carintios (¡qué se entere Jörg Häider!).
"Con la excepción de los polacos, escribía Marx, de los rusos y de los eslavos de Turquía, ninguna nación eslava tiene futuro, puesto que los eslavos no poseen las bases históricas, geográficas, políticas e industriales que son necesarias a la independencia y a la capacidad de existir. Los pueblos que no han tenido jamás su propia historia, que apenas han alcanzado el grado más bajo de la civilización, no son capaces de vivir y no podrán jamás alcanzar la menor independencia". (Lo cual tiene que haber inspirado a Stalin, sin duda.)
Para Marx y Engels (no puedo evitar de acordarme aquí de Maggie Thatcher, cuando se cayó el Muro: "Max and Spencer han triunfado sobre Marx and Engels"), la raza por sí misma es un factor económico. Para ellos, la superioridad racial de los pueblos "blancos" era algo "científico".
En cuanto al antisemitismo del hijo del rabino, es bien conocido. No obstante, lo recuerdo:
"No busquemos el secreto del judío en su religión, sino en el judío real. ¿Cuál es el fundamento profano del judaísmo? La necesidad práctica, el interés personal. ¿Cuál es el culto profano del judío? El tráfico. ¿Cuál es su dios profano? El dinero (...) La emancipación social del judío, es la emancipación de la sociedad respecto del judaísmo". De aquí a Hitler no hay más que un paso, tan sólo práctico, o sea, la exterminación industrial de los judíos.
(Y pensar que Napoléon sacó al padre de Marx del ghetto. )
